A través del contacto con el masaje se busca aliviar los excesos de energía que producen tensiones, stress y revitalizar la deficiencia energética que produce agotamiento. El masaje no solo relaja y destensa la musculatura, favorece la movilidad articular, el sistema de fascias,  la circulación sanguínea,  y el drenaje linfático estimulando la eleminación de toxinas y residuos para beneficiar tambien a los órganos. 

Relaja el sistema nervioso, estimula la secesión de hormonas del bienestar (endorfinas, serotoninas y oxitocinas) disminuyendo el cansancio físico y mental, para ayudar a conciliar el sueño. Alivian la presión de la espalda y el cuello generados por malas posturas o debilidad muscular, combinado diferentes técnicas de contacto, aromaterapia y gemas para brindar una sensación de armonía integral en nuestro cuerpo, mente y espíritu.

Estimular el desarrollo de la  conciencia corporal a través del movimiento y el contacto, ayuda a liberar tensiones emocionales, psíquicas y mentales, representadas en el cuerpo físico. Muchas veces, estas emociones contenidas, han estado presentes como toxinas en el tejido conjuntivo, salen a la superficie y se sueltan. De esta soltura viene un sentido de rejuvenecimiento y felicidad que sale desde adentro, reactivando nuestro poder auto sanador, a través de la conciencia para aceptar y transformar. Entendiendo al cuerpo, como eso que somos, en donde residen nuestros pensamientos, memorias, emociones, recuerdos, sensaciones, ideas y percepciones en constante movimiento, enraizando o bloqueándose en el. Considerando al Ser humano como la única criatura en la superficie de la tierra capaz de transformar nuestra biología mediante lo que pensamos y sentimos.

La magia del contacto, magia como acto de comunicación sensible, en donde la escucha va guiando el masaje buscando el equilibrio, con los movimientos indicados según las necesidades del Ser/Cuerpo.